sábado, 15 de septiembre de 2007

ON THE ROAD

Hans Robocop es una especie de monitor de gimnasio de alto standing. Metro noventa, doscientos cm de pecho. No tienen un pelo fuera de la cabeza (creo que se depila todas las noches). Debe tener unos treinta y pocos. Siempre que puede se despechuga y enseña esos pectorales que no deben ser saludables y también su calzón corto para ir provocando a los demás sin discriminación de sexo. Se cubre con un pañuelo a lo pirata en la cabeza y dos bastones metálicos. Clic, clac, clic, clac, con ritmo suizo va adelantando a todos los peregrinos que se encuentra por el camino. Lleva camisa, es de los pocos que lleva camisa, y lo peor es que siempre está impoluta. Cuando llegamos a un refugio aún hace paralelas con las barras de las literas, mientras que nosotros sudorosos y humillados le miramos con expresión entre atónita y envidiosa.

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