sábado, 9 de febrero de 2008

LA SUERTE

La señora, de unos setenta años le da el pésame a un hombre de ochenta y muchos. Se ha muerto su segunda mujer.
-Ya es mala suerte que se le hayan muerto sus dos esposas.
-Más mala suerte tuvieron ellas que se murieron.

viernes, 8 de febrero de 2008

LA BAJITA, EL CALVO, EL PERRO, EL GATO Y EL AMANTE.

Rosa es morena, bajita e inquieta. Se casó con un calvo, alto y tranquilo. Demasiado tranquilo. Él, por ocupar un cargo de responsabilidad viaja bastante, y a pesar del gato y del perro con los que conviven, ella se siente sola. Así que tiene una historia con otro: moreno, alto, con pelo e inquieto. A pesar de ser como el marido ingeniero le propone evitar los mensajes electronicos y en un arranque de romanticismo y precaución le alquila un apartado de correos en una oficina cerca de la casa de ella. Eso sí, la caja metálica del apartado de correos está a una altura adecuada a su estatura. No hay como tener una mente racionalista. Alli, casi diariamente, le manda cartas escritas con pasión y sin faltas ortográficas.

jueves, 7 de febrero de 2008

PSEUDOENTREVISTAS DE BUENA MAÑANA

El hombre de unos cincuenta años se sienta en el taburete de la barra. El pelo canoso repeinado y alisado para atrás aunque en la nuca se levanta una pequeña ola. Lleva una cazadora de piel o de pseudopiel. Nunca he conseguido diferenciarlas. Pide un café y mientras se lo sirve el camarero, un chino con jersey naranja ajustado, le pregunta:
-¿A qué hora te acostaste ayer? ¿Dormiste mucho?
-Unas 5 o 6 holas.
-Celebraste lo del año nuevo, ¿no?
-Sí.
-El año de la rata. Eso es bueno. ¿No?
-Sí.
-¿Es bueno para la economía?
-Sí
-¿Para ti o para el país?
-Buena pala el país. Pala el estado.
-Tu estuviste viviendo en Madrid. ¿No?
-Si
-¿Y qué te gusta más Madrid o esto?
-Esto.
-¿Por el clima o el carácter?
-Los dos.
-Pero el carácter ¿Cual te gusta más el de allí o el de aquí?
-Igual. El de allí.
-¿Por qué? ¿Qué es lo que te gusta?
-Es abielto. Hablan, hablan.
-Joder. ¿Yo soy mudo? Hablar, hablar. Yo hablo mucho