lunes, 24 de marzo de 2008

FAUNA RURAL

Mi sobrina tiene 13 años y con sus amigas hablan, hablan y hablan. Es lo que toca. De viva voz, por el movil o chateando. No sé si hay más formas. Si las escuchas parece que hablen de fauna local: estorninos y raza parda alpina. No, no están interesadas en la fauna local. Los estorninos son los jovencitos que en manadas suben a esquiar, y que suelen pensar que los del pueblo son de pueblo (con la boina en el bolsillo por aquello de las formas) y la raza parda alpina que no se refiere al tipo de vaca que predomina por aquí. Son los mozos del lugar que, según ellas, no saben pensar y caminar al mismo tiempo. Bueno pensar, lo que es pensar solo en tetas. También tienen otras denominaciones, pero no sé si un lugar tan digno como este las deba recojer.

domingo, 23 de marzo de 2008

MADRE JOVEN Y JOVIAL

ACT 1
La madre joven, jovial y de profesión liberal mira como su hija, de unos tres años está en el suelo del restaurante restregándolo con las servilletas bordadas. El propietario se acerca y le pregunta, asombrado, que qué sucede. Nada, contesta la madre, dice que el suelo está sucio y lo está limpiando. El dueño se gira, entrecierra los ojos y dice algo que no se llega a oir.
ACT 2
La madre joven, jovial y de profesión liberal acuna al bebé de una pareja que acaba de conocer. Su hija, de unos tres años, intenta arrancar y pellizcar, el calcetín y el pie del bebé. Alguien comenta que parece que tenga celos. Sí, reconoce la madre, a su hermano mayor también le pasó, cuando nació ella quería que la devolviésemos al hospital.
El hermano mayor de unos diez años comenta desganado:
-¿Por qué no la devolveis al hospital?
Los mayores rien la ocurrencia. Alguien comenta:
-Ya debe haber acabado la garantia.
Todos rien menos los niños.
La madre devuelve el bebé al padre.
-Lo tenéis difícil, no soporta que esté parada. Si me siento llora.
-Es cierto, reconoce el padre, sabe más que los ratones coloraos.
-Mi hija también sabe latín. Si no estás por ella no para.
ACT 3
La madre joven, jovial y de profesión liberal comenta que cuando leyó que los padres de Madeleine, la niña que desapareció en Portugal, le daban gotas para dormirla se espantó un poco. Ella también le da gotas que son para la alergia, que la niña no tiene, pero que como efecto secundario hace que se duerma.
-Pero bueno, tampoco es para tanto, ahora le damos las gotas y no le hacen efecto.

lunes, 3 de marzo de 2008

LA TERNURA DEL PATITO

La familia pasea por la Rambla cuando se paran delante de una parada de animales. Los hijos, aún prepúberes, se encandilan con un patito. ¡Es tan tierno!
La madre sin convencer pregunta a la dependienta:
-¿Pero que haré cuando crezca?
-Nada, le responde tranquilizadora, me lo traen y ya está.
Se lo llevan a casa
El patito tan tierno, tan divertido... entre sus cualidades no está la del control de esfínteres. Así que lo hace por toda la casa. ¡Pero es tan bonito el patito! y los niños están encantados. Además así seguro que aprenden la importancia de la responsabilidad.
Pero el pato crece, y las cagadas también, así que la madre vuelve al lugar donde lo compraron y pregunta, con cierta carga angustiada, porque a pesar de todo también quiere al patito, qué van a hacer si traen al pato, la encargada le responde con naturalidad que le llevaran a un jardín con otros patos y estará allí hasta que muera de muerte natural, ay no, que no le dice eso, le dice que llevaran a una granja y allí pues eso, lo que les espera a todos los patos.
La madre siente una congoja más grande que su asco a las cagadas del pato así que lo habla, confidencialmente, con el padre y dicen que no, que no pueden hacer eso a su pato, tampoco pueden dejarlo en cualquier sitio como un jardín público o peor aun en el bosque ya que se lo comerían en un pis pas.
El pato a todo esto y ajeno a su protagonismo dramático en la historia sigue pateándose la casa y cagándose en donde le viene en gana.

domingo, 2 de marzo de 2008

MAXIMILIA

Máximo me lleva con la lancha por la laguna. Me nombra todas las plantas, pájaros y animales que se pueden divisar. Lleva un libro de ornitología y cada vez que me dice el nombre de un pájaro lo busca en el libro y me lo muestra como si quisiera demostrarme que es cierto. No hace falta, le creo totalmente, me maravilla que sepa tanto. Veo una orquídea de flor delicada y amarilla, se parece a las europeas que no son epifitas. Él se asombra que la reconozca, una vez vino un biólogo y no sabia que era una orquídea. Anoto mentalmente para darle después una buena propina al despedirme. Se ve que es la única orquídea acuática, pero eso habrá que comprobarlo. Me dice el nombre científico, duda, pero se compromete a que me lo buscará, que el biólogo la encontró y le mando un correo diciéndoselo. Le prometo que si encontramos otra le impondré el nombre de maximilia en su honor. Busco la Victoria regia, pero me dice que este nenúfar, el más grande del mundo, en el que hasta puede mantenerse un niño encima de ella, no se encuentra aquí, sino más al oeste, donde hay corrientes de agua. Maldicion.

sábado, 1 de marzo de 2008

EL AUTOBÚS LLENO

Dos ancianos suben en el autobús. Está repleto. Tanto que apenas pueden llegar a donde están los canceladores del billete. El anciano, de ochenta y muchos comenta en voz alta:
-Si que está lleno esto. Un cólera debería llevarnos a los mayores para allá.
La anciana no mucho más joven que está a su lado le responde:
-Lo que deberían irse son los forasteros.
-Señora, -le responde el anciano- que el sol sale para todos. Y que a mi mujer le ha asistido una extranjera. Y le ha limpiado el culo. Aunque fuese paganado. Que vino una española se sentó y no hizo nada.
Son observados por los demás pasajeros, por el conductor. Nadie dice nada. La anciana cuando puede se escabulle hacia el interior.