viernes, 21 de septiembre de 2007

EN LA SELVA PERUANA

Hitalo (no Calvino) rema con precision por un afluente de un afluente del Amazonas. Lo hace sin aparente esfuerzo mientras llueve a cántaros. Tiene cuarenta y pocos años, es alto, moreno y aún conserva la fortaleza de sus años mozos. A pesar de esa apariencia poderosa se muestra inseguro en sus afirmaciones. Es tímido y le gusta agradar. ¿Y a quien no?
Fué sargento del ejercito peruano y lo dejó por motivos que no deben estar muy lejos de los mismos por los cuales muchos abandonaron la milicia en los tiempos en que era fácil morir por Sendero Luminoso a cambio de una paga miserable. De aquellos tiempos lleva un tatuaje realizado con prisas y desgana en el brazo derecho O+. También lleva un machete muy afilado "el machete te lo ha afilado la suegra" se dice cuando, como el que lleva, lo está.
Antes de guía habia sido ayudante con un sueldo aún más escaso, compartiendo la misma cama que Orlando otro guia quizás más espabilado o con más suerte y cuyo nombre salio en algún momento en el Lonely planet y eso le permitió montar su propia empresa.
Hitalo tambien ha mejorado, aunque mucho menos: es el teniente gobernador de su municipio, de unos 150 habitantes, cargo honorífico sin paga y que él lleva con dignidad. Vive en una reserva natural, privilegio de unos pocos que él consiguio casándose con una joven atractiva y silenciosa. Como Dersu Uzala empieza a no ver bien. Al menos de cerca, un drama en donde no existe la sanidad publica y dónde no se sabe cuanto costará el diagnostico y unas gafas. Y es que a pesar de que Hitalo es guia y los precios que se cobran a los turistas están en consonacia con los sueldos europeos más que con los peruanos, este dinero se lo queda casi en un 80% el dueño que está sentado tras un mostrador y que se limita a vender los pasajes. Pero de momento su joven esposa le lee los papeles oficiales.

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