sábado, 8 de septiembre de 2007

ARREGLANDO PERSIANAS

José Ramón instala y arregla persianas. Tiene poco pelo pero el que le sobrevive en la nuca lo ha dejado largo. Es gordito, cuarentón y mira por encima de sus gafas doradas. Mientras se sube a la escalera y comprueba su estabilidad habla.
-No me gustaría caerme y hacerme daño por 60 euros. Bueno, ni por 600. Ni por 60.000.
-El ordenador es un vicio, cada vez estamos más enganchados a él. Yo tengo un portátil con wifi, te recomiendo que dejes el ordenador de sobremesa y te compres un portatil, yo me lo llevo al vater.
-Me iba a casar pero dejé a la novia en el altar. Literalmente, me dije te estás equivocando, y me di la vuelta y me marché. Por el pasillo de la iglesia oia que me llamaban: José Ramón, José Ramón pero hice bien, ahora estaria atrapado. Y eso que la familia de ella tenía mucha pasta, me pusieron un despacho y todo, pero yo ya se lo dije, yo me caso contigo no con la familia, asi de claro.
-Ella se casó con otro, un gilipollas que buscaba esto (y hace el gesto de dinero con los dedos) ahora tiene un mercedes, visas y un despacho que pone jefe de no sé que. Yo en cambio quedo con ella y follamos. Si me hubiera casado con ella ahora yo sería un cornudo.
-Volverán los dinosaurios, dentro de 200 o 300 años volverán, dicen que vivimos ciclos, El hombre no es nada y nos estamos cargando todo. ¿Quien sabe lo que pasara dentro de 300 años? ¿Crees que en la edad media se imaginaban que estariamos como estamos ahora?

A pesar de toda la conversación hace una factura donde no olvida ni el más mínimo detalle.
Eso si, no me cobra la charla.

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