En el metro de Liceo un hombre de unos treinta y muchos habla a través del móvil.
Lleva el pelo muy corto y tiene suficientes canas como para no intentar contárselas. Viste un polo de color marrón claro y unos mocasines con pinta de caros.
-Que no mamá, que no tengo dinero. Y se me ha acabado la tarjeta del metro... Que se me ha acabado... Que no, que voy a casa... y me das dinero... que no tengo.
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