lunes, 25 de agosto de 2008

EN UN PARQUE INFANTIL

Dos niños y una niña que parecen hermanos hablan entre ellos en algo parecido al ruso o al polaco. Deben tener entre los 8 y los 11 años de la mayor. En el suelo juegan dos niños rubios más pequeños que hablan en castellano. Están haciendo en la arena un agujero que van rellenando de agua. Uno de ellos les dice a los primeros que están sentados en una repisa que se aparten, que no pueden hacer el agujero más grande si están allí.
Los niños se apartan.
Uno de los niños rubios pregunta al otro:
-¿Hablas inglés?
-Si, claro, por eso les he dicho chao.
-La niña grande se acerca a ellos, les muestra una lupa de plástico amarilla.
-¿Es de vosotros? Me lo he encontrado ahí.
El que sabe inglés le responde que sí y se queda la lupa mirándola al derecho y al revés.
La niña grande le dice en un castellano perfecto aunque con eses demasiado apagadas:
-Si no es tuya devuélvemela, la he encontrado yo.
El niño sigue mirando la lupa y se acaba de dar cuenta para que sirve. No le contesta entretenido como está en alejar y acercarla a la arena.
La niña con mucha educación y con un dominio del idioma admirable insiste.
-Creo que me la habrías de devolver, si no es tuya soy yo quien la ha encontrado.
El niño sigue absorto, es como si no la oyese, pero de repente, inesperadamente, responde:
-Sí, es mía.
La niña hace como que no se lo cree pero que no vale la pena discutir y se va junto con sus dos hermanos.

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