miércoles, 10 de octubre de 2007

LA CRISIS

Vivió la posguerra en un ambiente cerrado y hosco. No es una excusa, otras personas de su edad y condición se abrieron. Él no. Él se quedo con conceptos antiguos que quizás le sirvieron para dar estabilidad y comprensión a su vida. Sin humor, sin ironía. Como las leyes antiguas. En casa se convirtió en el patrón, en el señor. Lástima que sus hijos se lo cuestionaran. Ya muy mayor tuvo una embolia. Estuvo unos días entre la vida y la muerte. Se recuperó, hemipléjico y con algunas pérdidas sin diagnostico. Sin embargo algo cambio. Se dieron cuenta el día que un equipo de terapeutas le vinieron a evaluar. Le preguntaron, señalando al hijo, si lo conocía. Contestó que no, dejando durante unos instantes preocupados a su familia por su deterioro cognitivo, pero él siguió. No lo conocía, le había pagado los estudios. Pero no sabía quien era.

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