URUGUAYO

-Hay una pregunta que siempre me hago: ¿Cómo es que los uruguayos caéis tan bien a los porteños?
-Por que piensan que somos una provincia de Argentina.
-Por cierto, muy buena la churrascada.
-No lo comentes mucho, si no siempre acaba uno haciéndolas.
-Está todo muy bueno. He comido demasiado, creo que me ha subido el colesterol.
-No te preocupes, yo tengo 500. Tengo para mi y para ti. Ah, y de tensión estoy también alto. 15 y 9.
-Te haré una fotografía no creo que puedas durar mucho más. ¿Hace mucho que vives en Barcelona?
-Trece años.
-Pues aún se nota el acento.
-Eso es por que me pillas aquí, en el trabajo me preguntan que de que pueblo catalán soy. Digo que de Girona.

SORPRESA

No me imaginaba nada. Vinieron mis padres a comer, pero eso es normal. Muchos domingos quedamos con ellos. A los postres dijo de bajar a buscar la botella de Dom Pérignon. Dijo que si no la bebíamos ahora se acabaría estropeando. Tuve una sensación extraña, pero me dije que no podía ser eso. 

Brindamos. Mi madre lo hizo por la familia. Luego él brindo por la próxima boda. ¿Boda? ¿Qué boda? 

Metió la mano en el bolsillo y yo me dije, no, no puede ser, será el paquete de tabaco, pero a ver la caja, me puse a llorar.

Un anillo precioso, de oro blanco y con un pequeño diamante. 

Le abrace y me puse a llorar una hora.

Mi madre llorando.

Mi padre llorando.

Me puse yo misma el anillo.