-¿Qué sucede? -Lo pregunta en un tono que requiere que alguien le conteste con la finalidad de encontar un aliado en su guerra contra el reatardo.
-Creo que se ha roto un manguito de gasolina. -Le digo intentando aparentar que domino el vocabulario.
-¿Y tiene solución? -Está enojada pero me he propuesto hacerla sonreir.
-En esta vida todo tiene solución menos la muerte. -Una mujer que está a su lado sonrie, pero ella no.-¿Pero lo podrá arreglar? Estamos en un lugar que no pasa nadie.
-Bueno, al menos tiene las manos manchadas. -Las sonrisas a su alrededor son notorias pero ella no se baja del burro.
-Podemos estar aquí dos horas más y llegar tarde a Barriloche.
Sigo sonriendo, me intento mostrar seductor.
-Estas cosas hay que arreglarlas bien. ¿No querrá que lo arreglen mal y tengamos un disgusto. Además, así nos podemos conocer más.
Ha sonreido. Al fin.
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